Alimento: es aquello que los seres vivos comen y beben
para su subsistencia. El término procede del latín alimentum y permite nombrar a
cada una de las sustancias sólidas o líquidas que nutren a los seres humanos, las plantas o los animales.
Además de todo ello es importante saber que los
alimentos se pueden clasificar en varios tipos. No obstante, si tenemos en
cuenta lo que es la composición de aquellos nos encontraríamos con dos grandes
grupos:
• Los orgánicos, que son los que nos aportan vitaminas, grasas, hidratos de
carbono y proteínas.
• Los inorgánicos, que nos dan oligoelementos, agua y minerales. Es decir, nos
aportan energía.
Sin embargo, del mismo modo, podemos clasificar los
alimentos en base a lo que sería su función dentro de la nutrición. De esta
manera, nos toparíamos con tres tipos diferentes:
• Los alimentos formadores, que son ricos en calcio y proteínas.
• Los alimentos energéticos, que se diferencian porque son muy valiosos en
cuanto a grasas e hidratos de carbono.
• Los alimentos reguladores, que se identifican porque cuentan con unos
importantes niveles de minerales, vitaminas y oligoelementos.
Alimentación: es el proceso y resultado de alimentar (proporcionar
comida a un ser vivo o energía a
una máquina). Por extensión, se conoce como alimentación al grupo de los
elementos
que
son considerados alimentos.
Para que una persona o un animal subsistan, es
indispensable que se alimenten: es decir, que ingieran alimentos. La comida les brinda los recursos necesarios
para mantener las funciones vitales y desarrollarse. La alimentación, de todos
modos, varía de acuerdo a la especie y a la edad.
En el caso del ser humano, la alimentación no solo depende de
cuestiones biológicas, sino también culturales. El canibalismo,
por ejemplo, se encuentra prohibido por ley y genera repulsión: sin embargo, a
lo largo de la historia hubo diversas tribus que recurrieron a esta forma de
alimentación. Las mascotas, como perros y gatos, tampoco forman parte de la
alimentación humana en el mundo occidental, pese a que su carne podría llegar a
ingerirse.
Nutrientes
Un nutriente es aquello que nutre, es decir, que aumenta la sustancia del cuerpo animal o
vegetal. Se trata de productos químicos que proceden del exterior de
la célula y que ésta requiere
para poder desarrollar sus funciones vitales. Los nutrientes son absorbidos por
la célula y transformados a través de un proceso metabólico de biosíntesis
(conocido como anabolismo) o
mediante degradación, para obtener otras moléculas.
Entre las diversas sustancias que
componen los alimentos, los nutrientes son aquéllas que participan activamente
en las reacciones metabólicas. El agua, el oxígeno y los minerales son los nutrientes básicos que
consumen las plantas, mientras que los seres humanos y los animales se
alimentan de vegetales y de otros animales.
Las vitaminas, las proteínas, los lípidos y los
glúcidos son algunas de las sustancias que forman parte de los nutrientes
consumidos por todos los seres vivos que no tienen capacidad fotosintética (es
decir, que no son plantas).
Nutrición
A palabra nutrición está asociada al
verbo nutrir. Esta acción
consiste en incrementar la
sustancia corporal a partir de la ingesta de alimentos. Nutrir
también puede hacer referencia a reforzar
o acrecentar algo, sobre todo lo referente a cuestiones morales o culturales.
Por ejemplo: “Si quieres mejorar tu estado físico, debes cuidar la nutrición”, “Cuando era adolescente tuve muchos
problemas de nutrición”, “Ir
al teatro contribuye a la nutrición de mi espíritu”.
Para la medicina,
por otra parte, la nutrición es la elaboración
de remedios a partir de la mezcla de distintos medicamentos para
mejorar sus propiedades.
En su acepción más habitual, de todas maneras, la
nutrición es el proceso que pertenece a la biología y que implica la asimilación de la comida y de la bebida por parte de un
organismo. Gracias a esta asimilación, el organismo obtiene lo necesario para
desarrollar y mantener sus funciones más importantes. Se conoce como nutrición,
por otra parte, a los estudios cuya finalidad es conocer cómo se vinculan los
alimentos y la salud.
En este sentido tenemos que subrayar que dentro del
concepto que nos ocupa se hace necesario que hablemos de que existen seis
diversos tipos de alimentos o de nutrientes que deben ser comidos por el ser
humano a ser posible a diario pues son los que determinarán que este cuenta con
una salud formidable.
Macro
nutrientes
En nutrición, los macro-nutrientes son
esos nutrientes que suministran la mayor parte de la energía metabólica del
organismo. Los principales son hidratos de carbono, proteínas, y grasas. Otros
incluyen alcohol y ácidos orgánicos. Se diferencian de los micro-nutrientes como
las vitaminas y minerales en que estos son necesarios en pequeñas cantidades
para mantener la salud pero no para producir energía.
Los elementos químicos que los humanos consumen
en grandes cantidades como carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y
sulfuro.
Las clases de componentes químicos que los
humanos consumen en grandes cantidades y los cuales proveen energía como los
carbohidratos, proteínas y grasas o lípidos.
Calcio, sal, magnesio y potasio son algunas veces
adicionados a la lista de macro nutrientes, debido a que ellos son requeridos
en cantidades relativamente grandes comparadas a otras vitaminas y minerales, y
algunas veces son referidas como macro-minerales.
Micronutrientes
Se conoce
como micro-nutrientes a las sustancias que el organismo de los seres
vivos necesita en pequeñas dosis. Son indispensables para los diferentes
procesos bioquímicos y metabólicos de los organismos vivos y sin ellos
morirían. Desempeñan importantes funciones catalizadoras en el metabolismo como
cofactores enzimáticos, al formar parte de la estructura de numerosas enzimas
(grupos prostéticos) o al acompañarlas (coenzimas). En los animales engloba las
vitaminas y minerales y estos últimos se dividen en minerales y oligoelementos.
Estos últimos se necesitan en una dosis aún menor.
Los micro-nutrientes no siempre necesitan ser aportados diariamente.
La vitamina A y D
o la B12 puede almacenarse en el hígado para cubrir las necesidades de periodos
superiores al año.